Qué son los gastos hormiga [y cómo evitarlos]

¿Cuántas veces hemos llegado a fin de mes sin haber ahorrado todo lo que nos habíamos propuesto? Sin embargo, cuando nos ponemos a revisar nuestros gastos no tenemos registrado nada que explique por qué no hemos llegado al objetivo de ahorro. Si nunca te has parado a analizar esta situación, quizás no sepas qué son los gastos hormiga y por qué controlarlos puede ser la solución a tu problema. 

Si quieres aprender a cuidar de tu salud financiera, desde gibobs allbanks te damos todas las herramientas para que puedas conseguirlo. Para ello, en este artículo te explicamos todo lo que tienes que saber sobre los gastos hormiga y cómo evitarlos para sanear tu economía.

¿Qué son los gastos hormiga?

gastos hormiga

Los gastos hormiga 🐜 son pequeños desembolsos de dinero que hacemos con frecuencia y casi sin darnos cuenta, ya que al ser sumas tan reducidas, no tenemos en cuenta su efecto en nuestro presupuesto futuro. Sin embargo, si somos conscientes de que realizamos estas compras, podremos poner las medidas necesarias para mejorar nuestra capacidad de ahorro.

Características de los gastos hormiga

Pero ¿cuáles son las características de los gastos hormiga 🤔?

  • Pequeñas sumas de dinero que a simple vista parecen irrelevantes. Por ejemplo, un gasto de 2 € que ni siquiera tenemos en cuenta porque no va a hacer que cambie de manera sustancial nuestra situación financiera (o eso creemos en un principio). 
  • Son desembolsos que se repiten de manera periódica. 
  • Normalmente estos gastos no son necesarios y se pueden evitar o sustituir por opciones más baratas.
  • Cuando nos damos cuenta de ellos y sumamos las cantidades, el desembolso total es considerable. De hecho, es en este momento cuando nos damos cuenta de que si hubiésemos ahorrado esta cantidad, podríamos haber invertido el dinero en algo de más valor o, al menos, más necesario.

gastos hormigas

¿Cuáles son los gastos hormiga más comunes?

Como ya hemos dicho, son gastos tan irrelevantes que normalmente no reparamos en ellos. Sin embargo, seguro que con algunos de los ejemplos de estos desembolsos te llevas más de una sorpresa 👇:

  • El café fuera de casa o para llevar: quizás este sea el gasto hormiga por excelencia, porque ¿quién le dice que no a ese cafecito de media tarde totalmente necesario? Ahora, párate unos segundos a pensar cuánto te cuesta ese café y cuántos te tomas al cabo de un mes. Seguro que te sorprendes con la cifra final 🙈. 
  • Productos que no tenías apuntados en la lista de la compra: uno de los trucos más famosos para ahorrar cuando se va al súper es llevar todo lo necesario apuntado en una lista y no salirse de ella. Sin embargo, sabemos que cada viaje al súper es una tentación y al final llegamos a casa con más de un artículo con el que no contábamos. 
  • Antojos: como pasa con el punto anterior, las compras compulsivas o no previstas no nos hacen ningún bien. Además, se pueden convertir en un problema cuando se repiten en el tiempo. Uno de los ejemplos más claros de antojos es el gasto en el quiosco de la esquina o en el bar de al lado del trabajo al que vamos de afterwork.  
  • Cigarrillos: aunque la gente que fuma tiene muy claro lo que se podría ahorrar si lo deja entre otras ventajas también puede ser un gasto de esos que se hacen de vez en cuando y que no se tienen en cuenta. 

que son los gastos hormiga

¿Cómo evitar los gastos hormiga?

Después de la lista anterior, estamos seguros de que te estás preguntando cómo tener bajo control los gastos hormiga, ¿verdad? Pues te gustará saber que justo el primer paso ya lo hemos dado: identificar cuáles son esos pequeños desembolsos que hacemos a lo largo del mes. De esta manera, cuando tengamos la tentación de volver a hacerlo, por lo menos ya sabremos lo que pueden suponer para nuestra situación financiera a la larga. 

Es verdad que muchas veces tenemos los gastos hormiga tan interiorizados que es complicado cambiar nuestros hábitos, pero para ello, te dejamos una serie de GIBCONSEJOS que puedes aplicar 😉:

Analiza tus ingresos y cómo los distribuyes

Ya hemos hablado de lo importante que es identificar los gastos recurrentes por muy pequeños que sean. Sin embargo, es igual de vital llevar un registro de cualquier otro desembolso que hagas. De hecho, puedes separar cada uno de tus gastos por apartados: vivienda, ocio, formación… para que sepas de manera más visual dónde tienes que recortar o en qué apartado podrías ahorrar algo más. 

Prioriza tus gastos

Después de realizar el registro anterior, ahora toca seguir con el análisis de los gastos y priorizarlos. Una buena idea puede ser otorgar un número a cada apartado, siendo el 1 el gasto más importante. ¡Ojo 👀! Porque cuando aquí hablamos de gastos importantes, nos referimos a los desembolsos sí o sí necesarios como puede ser la mensualidad de tu hipoteca, la comida, internet, etc. 

Cambia un gasto hormiga por una alternativa

Es verdad que es muy difícil cambiar hábitos adquiridos, pero ¿y si los adaptas? Con esto nos referimos a que si echas tanto de menos el café que tomas después de comer, quizás una alternativa igual de válida sea llevarte un termo desde casa. Esta es una opción mucho más barata, pero no por ello peor, ya que hay un abanico muy amplio de opciones para que ese café sea mucho más de tu gusto que el de la máquina de la ofi. 

Al igual que hay una alternativa para el café, estamos seguros de que también la hay para el resto de esos gastos hormiga que van creando un agujero en tu cartera 😉. 

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Márcate un plan de ahorro

Una vez identificados los gastos que son innecesarios y puedes cortar, puedes plantearte un objetivo de ahorro mensual. Lo ideal es que no empieces con una cifra muy alta, por ejemplo, puede ser la suma de los cafés que te solías tomar al cabo de un mes y de algún capricho más. De esta manera, verás cómo avanzas cada mes y podrás ir incrementándola poco a poco.  

Si quieres una motivación extra, ponle nombre a tu objetivo de ahorro, por ejemplo, vacaciones de verano. Y es que no hay nada mejor que ahorrar con un propósito que nos llene para no pensar tanto en aquellos antojos que hemos dejado de lado.