Cambios en los términos de la hipoteca para ahorrar dinero

Ahorrar dinero en el pago de tu hipoteca es posible, tan solo necesitas conocer cómo hacerlo. En este artículo te vamos a ofrecer algunas recomendaciones para que consigas unas mejores condiciones con tu entidad bancaria.

Pero antes de nada, si estás pensando en mejorar las condiciones de tu hipoteca o necesitas una para tu nueva vivienda te dejamos este enlace para que puedas calcular tu cuota y ver cuánto podrías llegar a ahorrarte con la mejor oferta que podríamos llegar a conseguirte y la oferta media del mercado.

Cambios en la hipoteca

Cuando ya tienes tu crédito aceptado y llevas un tiempo abonando las letras correspondientes, también puedes recurrir a algunas soluciones para pagar menos. A continuación, vamos a mostrarte una lista de todas las modificaciones que te ayudarán a rebajar tu cuota mensual.

Rebaja del tipo de interés

Si firmaste tu préstamo hipotecario a tipo variable, lo más probable es que se encuentre vinculado al Euríbor, puesto que es el indicador de referencia más empleado. Para ello, tu banco estableció en el momento de la aceptación un diferencial sobre este. Es decir, un porcentaje que se suma al del propio Euríbor. En función de la oferta que aceptases, ese importe puede suponer una diferencia importante cada mes.

Si el acreedor considera que tu situación económica es distinta a la del momento de la compra de tu vivienda, es posible que acepte una pequeña modificación.

Eliminar las vinculaciones

Muchas entidades bancarias juegan con esta variable para ofrecerte unos tipos de interés más reducidos. Sin embargo, la cantidad final que abonas, conocida como TAE o tasa anual equivalente, tiene en cuenta todos estos gastos añadidos. En ocasiones, no te resultará rentable la rebaja aplicada y terminarás pagando más por tu crédito.

Algunas de las vinculaciones más comunes consisten en la domiciliación de la nómina. A pesar de que no repercute negativamente sobre ti, puede afectarte si en algún momento te quedas sin empleo, puesto que quizás conlleve una penalización.

También se suelen ofrecer diversos tipos de seguros, como, por ejemplo, el de hogar o el de vida. Del mismo modo, el importe del seguro de vida suele ir vinculado a que el acreedor cobre el importe íntegro de la deuda si uno de los titulares fallece. Además, el precio de estas pólizas suele ser más elevado que el que puedes encontrar en el mercado para cubrir los mismos riesgos.

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Elegir entre tipo fijo o variable

Otra de las modificaciones más recomendables consiste en cambiar la forma de calcular los tipos de interés. Si quieres evitar por completo la incertidumbre asociada al Euríbor, solicitar un tipo fijo es la opción más adecuada. De este modo, siempre abonarás la misma cantidad durante toda la vida del préstamo. Eso sí, tu entidad seguramente aplique un interés algo superior al que se ofrece a tipo variable en ese momento.

Por el contrario, si el tipo es fijo y piensas que estás pagando demasiado, puedes pedir que se vincule el producto a uno variable. Este cambio te ofrecerá un mayor ahorro en épocas de tipos de interés bajos, pero dejarás de tener el control total sobre las próximas cuotas. Tu banco establecerá una revisión periódica, que se establece en periodos de seis meses o de un año, por lo que cada cierto tiempo cambiará el importe.

Subrogación

Si todas las proposiciones que le haces a tu banco no son del agrado de los acreedores, todavía tienes una oportunidad para encontrar algo mejor. En este caso, se trata de buscar otra entidad bancaria que acepte tu deuda. Es lo que se conoce como una subrogación. Los bancos siempre están dispuestos a encontrar nuevos clientes, ya que la deuda hipotecaria supone gran parte de sus beneficios. Por lo tanto, tendrás que acudir a varias entidades para solicitar información.

Sin embargo, no es un proceso sencillo. Antes de aceptarte como cliente, has de llevar ya algún tiempo con tu crédito. Por norma general, el periodo que se suele exigir se sitúa entre los dos y los cinco años. De esa forma, disponen de más seguridad sobre tu capacidad para abonar las cuotas.

También es posible que el nuevo banco te solicite una tasación de la vivienda. Ten en cuenta que no estarán dispuestos a ofrecerte un importe que supere el 80 % de ese valor. El precio de esta tasación, cuyo coste tendrás que asumir, se sitúa entre los 100 y 450 euros, ya que el importe final depende en gran medida del tamaño de la construcción.

Por último, te pedirán algunos datos sobre tu situación laboral y financiera. Lo más común es que debas presentar tu contrato de trabajo y un informe de la vida laboral, además de buscar tus datos en las bases de datos de crédito. De ese modo, conocerán mejor tu capacidad de endeudamiento y tendrán más claro si vas a poder pagar todos los meses la deuda.

Como ves, el proceso para una subrogación es muy similar al de la contratación de un nuevo préstamo hipotecario. A fin de cuentas, se trata de firmar un nuevo contrato.

reestructuración hipoteca

Reestructuración

Si la deuda te está resultando difícil de asumir y nada de lo anterior ha funcionado, puedes acogerte al código de buenas prácticas bancarias. Para ello, es crucial que cumplas los siguientes requisitos:

  • Los ingresos totales de tu familia no deben superar 3 veces el IPREM. Actualmente, esa cifra se encuentra en los 24 300 euros. En 2023 el importe aumentará hasta los 25 200 euros.
  • La cuota ha de ser superior al 50 % de los ingresos.

Desde el momento en el que lo solicites, el banco tendrá 30 días para ofrecerte un plan de pagos que se ajuste a tus necesidades. Este puede consistir en una ampliación del crédito hasta un máximo de 40 años desde la firma del préstamo, pero también ofrece más opciones.

Una de las más interesantes consiste en un periodo de carencia de cinco años. Durante ese tiempo, solo tendrás que abonar los intereses que se generen. Además, estos no podrán superar un diferencial de un 0,25 % del Euríbor. De manera excepcional, desde el 1 de enero de 2023 y durante dos años, el diferencial será de un 0,1 % respecto al índice de referencia. Esta medida de rescate es muy beneficiosa si has perdido tu empleo o si tus ingresos han bajado de forma considerable.

Si, a pesar de que se cumpla todo lo anterior, el plan de pagos sigue superando el 50 % de los ingresos de la familia, se considerará inviable. En este caso, el acreedor puede ofrecerte una quita de parte del préstamo o darte la opción de acogerte a la dación en pago. En esta última situación entregarás tu vivienda a la entidad y, a cambio, te librarás de toda la deuda.

Amortización

La forma más eficaz para reducir el gasto consiste en amortizar parte del capital. En cualquier simulador de hipoteca podrás comprobar el gran impacto que tienen estos cambios. No obstante, vamos a explicártelo con detenimiento para que comprendas su funcionamiento.

Cuando dispones de un dinero ahorrado, en vez de mantenerlo en tu cuenta sin que te genere ningún beneficio, puedes invertirlo en tu propio crédito de dos formas.

La primera, que es el sistema más habitual, consiste en reducir la cuota. La duración será la misma, pero las próximas mensualidades serán más bajas. Vamos a ver un ejemplo para una hipoteca en la que tengas 100.000 euros de capital pendiente y 20 años más de duración con un tipo fijo del 3 %:

  • Cada mensualidad es de 554,60 euros.
  • Amortizas 5.000 euros.
  • La nueva mensualidad pasa a 526,87 euros.

En este ejemplo, a cambio de amortizar 5.000 euros estarás ahorrando 27,73 euros cada mes durante 20 años. Es decir, después de 240 meses, habrás pagado 6.655,20 euros menos. Por tanto, el ahorro neto que te supone esta amortización es de 1.655,20 euros.

Otra forma de amortizar es hacerlo a plazo. En este caso, pagarás tu cuota durante menos tiempo, pero manteniendo el mismo importe. Vamos a ver el mismo ejemplo anterior y su resultado:

  • 240 mensualidades de 554,60 euros.
  • Amortizas 5.000 euros
  • Eliminas 16 cuotas.

En este segundo ejemplo ahorrarás un total de 8.873,60 euros. Es decir, un ahorro neto de 3.873,60 euros. Por tanto, el beneficio para ti será mucho mayor. Sin embargo, recuerda que tu gasto mensual seguirá siendo el mismo.

Si tienes un trabajo estable, puede ser la mejor solución. Si, por el contrario, no tienes claro cómo será el futuro, la reducción del importe te permitirá una mayor flexibilidad en tu economía, ya que poco a poco irás pagando menos por tu deuda hipotecaria.

Ya has visto las formas de reducir el importe mensual de tu hipoteca. Todas ellas te ofrecen algunos beneficios para que, mes a mes, se reduzca el gasto total que debes afrontar. Eso sí, la forma de conseguir las mejores condiciones es contar desde el primer momento con profesionales como nosotros. En gibobs poseemos la experiencia y la formación necesarias para conseguirte el crédito más conveniente para ti.